domingo, 20 de octubre de 2013

A pale blue dot

Si lo piensas bien, no hay ningún motivo para sentirse triste ni tener una visión deprimente de las cosas. Todos nuestros problemas, por graves que sean, no dejan de ser una chorrada.

El universo es inmensíííísimo (Vease http://htwins.net/scale2/, no tiene desperdicio), y se cree que tiene 14 mil millones de años. La vida humana sólo tiene unos cientos de miles de años, ni una millonésima parte de la edad del universo. Somos enanos, minúsculos, somos una persona entre 7 mil millones, más los que han sido y ya no están, en un planeta de los más pequeños que giran alrededor de una estrella más bien pequeña. Dentro de una galaxia con más de 100.000.000.000 de estrellas, en un universo con muchísimas más galaxias que personas.


Somos enanos, minúsculos, ni una mota de polvo en el universo, y vivimos solamente unos 80 años, NADA comparado con la edad del universo. Vivimos un suspiro.

Pero a pesar de todo… vivimos. No se ha encontrado aún vida más allá de la tierra en el universo, quizá haya vida, quizá no. Pero esto nos dice, que puede que sea la única vez que haya habido y haya vida en el universo, ¿y tú la vas a malgastar lamentándote?

Somos una mota de polvo que vive un suspiro, disfrutemos de ese suspiro para que haya merecido la pena.

PD: Para terminar os dejo con un discurso de Carl Sagan que todo el mundo debería escuchar alguna vez en la vida:




martes, 26 de marzo de 2013

Échale huevos.

Todas las grandes historias tienen un comienzo. Ya sean historias graciosas, importantes, de amor... Todas tienen algo en común. Un comienzo.
Para vivir hace falta vivir aventuras, y esas aventuras nunca llegan solas. O pueden llegar, si no se tienen dos cojones y aprovecharlas, simplemente no suceden.

Los grandes imperios como Apple, Facebook, etc... no nacieron solo de una idea, nacieron del valor. En algún momento sus creadores tuvieron que tomar una decisión y echarle pelotas, de ese modo Steve Jobs y Mark Zuckerberg tuvieron el valor de salirse del camino y hacer algo. Dejar los estudios y formar su propia empresa, en vez de atenerse a lo establecido y seguir esperando a que terminasen la carrera y les cogiesen de empleado en alguna empresa, pero no, arriesgaron su carrera, su dinero, su vida entera, arriesgaron mucho para vivir una aventura que nadie les garantizó que saldría bien, más bien todo lo contrario. Y podría no haberles salido bien, podrían haberse dado una hostia, como le ha pasado a muchas personas, solo que de ellas no se habla.
  Pero les salió bien, cosa que no habría pasado si no le hubiesen echado el valor necesario para vivir su propia aventura.

¿Con esto quiero decir que dejes los estudios y te pongas a hacer una empresa? ¡No! Ni mucho menos, solo te estoy diciendo que para poder vivir una aventura, primero tienes que partir. Tienes que echarle valor.

Pero no sólo esto se reduce al mundo profesional, sino a cualquier campo de la vida. TODAS las grandes parejas nacen del valor. Todas tienen un comienzo, en algún momento uno de los dos se atrevió a declararse y el otro se atrevió a aceptar. ¿Qué puede salir mal? Sí. ¿Y qué?
Peor que haber fracasado es no haberlo intentado. ¿Te gusta alguien? Échale pelotas y dile que le/la quieres.

¿Qué no es correspondido? Pues bueno, que se le va a hacer, a otra cosa mariposa. Pero si no se lo dices sí que no va a pasar nada, ¡coño!
Y pongamos que estas en el otro lado y tienes miedo a que salga mal. Vale, puede salir mal. Pero también puede salir bien. Qué triste es perderse una gran aventura por tener miedo a que salga mal.
Menos la muerte, todo tiene solución, y esta última, de momento.

No seas idiota, vive la vida que es muy corta. No dejes de hacer algo porque pueda salir mal, porque si no, lo que es seguro es que no saldrá bien.

En todas grandes historias en algún momento alguien tuvo que arriesgar y echarle valor. ¿Quieres vivir una gran aventura? Pues se valiente y atrévete, que es duro caer, pero peor es no haber intentado subir.